Labios de Tierra Andina #giraAndina2019

Desde el 2010 ha sido parte de mi dinámica viajar para multiplicar los saberes, en una labor de dar y recibir, y es así como nace la Escuela Itinerante Arte en Movimiento.

“Cultiva” – me decía el anciano Barí – “Cultiva, que solo así sabrás lo que es esfuerzo”. Y yo que sólo sabía sembrar sueños, empecé a escucharme. En mi cabeza encontré un canasto vacío, que cada tanto se llena; y hay que ordenarlo, limpiarlo y volverlo a vaciar; y de a poco he sabido seleccionar los frutos que hacen parte de mi viaje, de éste viaje al que algunos llaman camino, vida o paso terrenal.

Mis sueños inician con una inquietud, lo que comúnmente dirías “algo que no me deja dormir”. En adelante todo lo que me encuentro hace parte de éste sueño y las imágenes se recrean en fantasía, las preguntas que surgen les voy dando un orden, acudo a otros saberes, a otras personas, a textos que me ayuden a concretar las ideas, mi laboratorio de estudio puede durar varios años, uno de mis cómplices principales es mi padre, él siempre me acompaña desde la distancia y me sorprende con algún texto o investigación que pueda aportar a mi inquietud.

Ésta vez sueño con serpientes. Sí, con las Seripientes de las que habla Silvio… emplumadas, acuáticas, venenosas, grandes, pequeñas, sueño con Serpientes porque quiero reivindicarlas, agradecerles que escuchen a la tierra y sus movimientos… y pedirles perdón por quiénes, por ignorancia, las han señalado. La estupidez humana hace parte de nuestra contradictoria evolución.

Y, como una serpiente, andaré los caminos Andinos, sus gentes, nuestros hermanos… Ésta vez el propósito es entregar una investigación que he llevado desde la Dramaturgia, afrontando los Desafíos Actuales del Teatro. Arte en Movimiento estará en cada espacio con charlas, talleres y un seminario, el Teatro Antropológico de los Andes, lleva consigo dos de sus obras; y como una mariposa de alas fuertes, estaré atenta a éstas bellas tierras, saboreando el silencio sabio de los viajes.

Gracias a mi gran amigo Irdanti Díaz y a mi cómplice Juandiego Serrano, a las bellas mujeres Gracia Paz Enciso, Maria Luisa de Zela y Doris. Gracias a mis maestros Wili Pinto, Beatriz Camargo; el Teatro Odin; y a quiénes han hecho éste bello camino posible. Gracias Yuliet Floréz, Eugenio Cueto, Rolando Hurtado, Diego Duarte. Y por supuesto todos los que se han querido acercar y han aportado, primero con amor y luego con respeto, Dana Moreno, Zamara Olguin, Eliana Jagannath. Y, aunque mis giras son siempre autofinanciadas, quiero darle las gracias a Bucaramanga, en medio de todo has sido un gran apoyo, IMCUT, Sandra Barrera, Gran Labor.